viernes, 18 de marzo de 2011

Acoso a la participación estudiantil

            No queremos, ni debemos entrar en los detalles que rodean a la denuncia realizada por el grupo mayoritario del alumnado en el claustro (AMEC) en relación con la tramitación de las becas correspondientes a alumnos de la Facultad de Psicología, lo que nos parece esencial es centrarnos en lo sucedido a raíz de esta denuncia.
            La campaña de acoso y derribo desatada desde el Rectorado de la ULL y desde el Decanato de la Facultad de Psicología contra este grupo claustral nos parece absolutamente desproporcionada. Es notorio y  evidente, al menos para los que estamos presentes en el claustro universitario, que AMEC, además de ser el grupo más representativo del alumnado es también el más activo y crítico con el actual equipo de gobierno de la ULL, así como el más activo y crítico en la defensa de una universidad pública, accesible, participativa, democrática y transparente.
            En todos y cada uno de los claustros en donde hemos estado presentes han denunciado (con mayor o menor acierto) la falta de transparencia y de información, así como la ausencia de respuesta hacia las preguntas que ellos formulan al equipo gobernante y a la gerencia de la ULL. No se puede, como hace el equipo de gobierno de la ULL,  hacer de manera sistemática  retóricos llamados a la participación y la implicación de los alumnos en la vida universitaria y luego escenificar su linchamiento por hacer lo que se supone que es su responsabilidad, defender los derechos de sus compañeros y los suyos propios.
            ¿Cuál ha sido su mayor delito? No conocer los trámites administrativos, ni saber atribuir la responsabilidad de éstos a quien la desempeña. Hemos de aclarar, en su defensa, que a algunos que llevamos muchos años trabajando para esta administración también nos cuesta trabajo entenderlos, llegando incluso en ocasiones a denunciar su complicación y la duplicidad de algunos trámites.
            Este equipo de gobierno no se caracteriza por su capacidad de diálogo, ni de transparencia y sí por el contrario, por la continua ausencia de respuestas hacia todos los requerimientos que se les hace desde los distintos órganos de representación que tiene esta institución. Y aún peor, este equipo de gobierno no se ha caracterizado tampoco por la defensa de sus trabajadores, como quiere ahora aparentar. Así lo hemos constatado cuando trabajadores de esta casa (no queremos pensar que sea por su condición de personal laboral) han sido insultados o menospreciada su profesionalidad de manera pública, bien sea a través de la prensa o en actos judiciales por abogados que representan a la propia universidad. Con esto no queremos decir que nuestra labor no pueda ser puesta en tela de juicio y nuestra actividad sometida a la debida eficiencia, (faltaría más) pero sabiendo el lugar que ocupa cada cual en la cadena de responsabilidades.
            No vamos a ser nosotros los que asistamos (como la muchedumbre que acude a las lapidaciones en esos países que tanto criticamos y que nada tienen que ver con nuestra cultura) al linchamiento público de una organización estudiantil que tan solo ha intentado hacer su trabajo. Parafraseando el discurso rectoral es lamentable que en una institución universitaria no se respeten, como viene siendo costumbre por parte de algunos cargos académicos y administrativos, los ámbitos profesionales y de representación y se hagan linchamientos públicos en un ejercicio  desmesurado del poder.

1 comentario:

  1. Estimados compañeros, me parece oportuno el mensaje de cordura política y de denuncia recogido en vuestro blog. El aferrarse en exceso al poder tiene estas percepciones unilaterales o de pensamiento exclusivo (no hay más verdad que la que yo expongo). Esto último, por cierto, es tan poco universitario que me preocupa pensar que el actual rector de la ULL pueda repetir fatal-talante en los próximos cuatro años... Será por eso lo de esta campaña mediática de derribo al grupo claustral AMEC, desproporcionada sin lugar a dudas. Atropellos a los derechos de trabajadores/as y del alumnado los hay muy a menudo e intentamos hacer piña para solucionarlos (claustrales y sindicatos) entre todos (rara vez se consigue a la primera pero no ventilamos los malos resultados de manera tan nada objetiva como es el caso). Tampoco se puede justificar por el desconocimiento la actuación de un colectivo cuando este agrede a otro (las prisas no son las mejores armas para la denuncia).

    Lo propio de un buen rector es incoar un expediente y tratar de analizar de manera objetiva lo sucedido, no con el fin de denunciar a nadie sino de resolver el entuerto (en última instancia, propio de la naturaleza humana y de las relaciones sociales de poder). Buscar soluciones razonadas, de manera objetiva y constructiva, es tarea de una institución como la nuestra, en especial cuando el conflicto es institucional. No podemos ser víctimas del sistema del que nos hemos dotados (como lo seguimos siendo). Cuando algo tiene fallas hay que ponerlo en crisis o, como se dice ahora, en situación de estrés. Si no lo resiste (y es evidente que no lo resistirá) habrá que tomar cartas en el asunto, y no echar las culpas a la mala educación de una organización estudiantil.

    Dicho todo lo anterior, sugiero y creo que FSOC debería aclarar públicamente que cuando dice estar "En todos y cada uno de los claustros en donde hemos estado presentes" lo ha hecho como organización sindical que está presente en la propuesta y grupo claustral del sector del PAS EUPAS (Espacio para la Unidad del PAS).

    Saludos

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