miércoles, 12 de junio de 2013

HASTA DONDE LES VAMOS A PERMITIR LLEGAR

LOS NÚMEROS ASUSTAN. 

LO TRÁGICO ES QUE DETRÁS HAY PERSONAS.



El hambre se extiende por Canarias. La situación de la inmensa mayoría de los más de 2,1 millones de canarias y canarios se vuelve desesperada tras cinco años de crisis. Los datos son espeluznantes:

  • 385.600 parados, el 34,27% de la población activa. Sólo 749.000 trabajadoras y trabajadores del Archipiélago tienen algún tipo de empleo, pero con los salarios más bajos de todo el Estado español. El 13% de las personas con empleo están también bajo el umbral de la pobreza. La tasa de desempleo juvenil es del 70,3%.
  • El 33,8% de la población canaria (726.000 personas) vive bajo el umbral de la pobreza, estando en la exclusión social o a punto de caer en ella. El 38,2% de las niñas y los niños canarios son pobres.
  • Unas 118.000 familias canarias tienen a todos sus miembros en paro, y 26.000 familias no tienen ningún ingreso. Más de 474.000 hogares, el 60,8% del total de los 780.000 hogares canarios, no tiene capacidad para afrontar imprevistos.
  • 500.000 canarias y canarios tienen que acudir cada año a la beneficencia pública. El número de personas que ha tenido que acudir a organizaciones caritativas a pedir comida se ha multiplicado por cinco.
  • Mientras hay más de 70.000 viviendas vacías, sólo en 2012 se ejecutaron 1.848 desahucios, 5 familias cada día. Padecemos una media de 32 muertes anuales de personas sin techo. Más de 1.000 canarias y canarios pernoctan en las calles.
  • El deterioro de la sanidad pública, la reducción de medicamentos y recursos hospitalarios y el aumento galopante de las listas de espera, está provocando un incremento de muertes evitables, que los responsables políticos se niegan a cuantificar.
  • Crece el número de niños que llegan sin comer a los colegios. Se reduce el número de maestros, pero aumentan los trámites burocráticos exigidos a los trabajadores de la enseñanza.
  • La subida de las tasas universitarias obliga a dejar los estudios a miles de los mejores jóvenes canarios.
  •  
Mientras tanto, la desigualdad social crece sin parar: menos del 1% de la población concentra el 80% de la riqueza. El 8% del Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas está en manos de tan sólo 21 familias.

Y lo peor de todo: permanecemos como un pueblo desarticulado, sin tejido social y desarmados sindical y políticamente.

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