domingo, 23 de junio de 2013

Quieren que volvamos a pagar los mismos.




Estimados miembros del personal de administración y servicios:

Se me ha hecho llegar la preocupación que en su sector está provocando el proceso de reestructuración que hemos iniciado en nuestra universidad, motivada ésta por la percepción, ya adelanto errónea, de que dicho proceso se está realizando sin la negociación de índole laboral que ello pudiera comportar. 
Este rector quiere hacer constar lo siguiente: Todo este proceso se ha iniciado con la finalidad y la voluntad expresa de este rector de garantizar nuestra plantilla de PDI y PAS, o al menos reducir el impacto que sobre ellas pudiesen tener futuros recortes en el Capítulo 1 que sobrepasen nuestra capacidad presupuestaria.
Por otro lado, se mantendrá informado al PAS funcionario y el comité de empresa del personal laboral, de la evolución de este proceso de reestructuración de acuerdo con el cronograma detallado en la reunión mantenida entre los presidentes de ambos órganos de representación, la 
gerencia y el rectorado. 
Y finalmente, la consecuente modificación de la relación de puestos de trabajo; y lo referido concretamente a criterios de reasignación y ubicación de personal de administración y servicios, serán negociados en los respectivos órganos de representación de los trabajadores, en función del mapa final que concluya del proceso de fusiones de centros y departamentos.

Un saludo para todos y todas. 
El rector.

El correo enviado desde el rectorado al personal de administración y servicios ha cumplido con su objetivo, al menos en lo que al FSOC se refiere. Hemos de reconocer que nosotros estábamos profundamente preocupados por una reforma organizativa que parece, a simple vista, pillada por los pelos, que no atiende a criterios académicos, que no parece ecuánime al aplicar criterios numéricos, que no aporta datos económicos contrastables y que curiosamente desvía la atención hacia la eficacia en la gestión con los mismos argumentos con los que hace apenas un año, seguía dividiendo departamentos y creando nuevos estudios.
El FSOC ya había manifestado su desconfianza, en repetidas ocasiones, respecto del objetivo perseguido en una reestructuración motivada por “una estructura administrativa muy disgregada y varios desajustes que necesitan ser estudiados… en palabras del rector, y lo que se nos presenta parecen las consecuencias de meter a un elefante en una cacharrería.
Pues, como decíamos, a nosotros nos ha quitado la preocupación y nos reafirma en lo que antes era una sospecha y que ahora tenemos como verdadero convencimiento, el objetivo de esta “reestructuración” es colocar al personal de administración y servicios como víctima (una vez más) del mal hacer de los dirigentes y que seamos nosotros los que (una vez más) paguemos los excesos cometidos o permitidos en otros sectores de nuestra comunidad.





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