lunes, 24 de febrero de 2014

ENCIMA DE AGREDIDOS....SANCIONADOS.


El viernes día 26 de abril de 2013 (en breve  hará un año), denunciábamos en el Claustro Universitario, la situación de  agresión para su integridad física  a la que estaban siendo sometidos dos trabajadores del turno de tarde de la biblioteca de educación,  como consecuencia de las obras que se estaban realizando en la misma. Es decir, ese mismo día, en ese instante preciso, el Rector de la ULL, el equipo de gobierno al completo, el Gerente y Presidente del Comité de Seguridad y Salud de la ULL, la Responsable del Servicio de Prevención, el Inspector de la ULL y los Claustrales allí presentes, tuvieron conocimiento de lo que estaba sucediendo en la biblioteca de la Facultad de Educación. Denunciamos, así mismo, como desde los responsables de la biblioteca se recomendaba a los usuarios que, para evitar los daños y las consecuencias de las obras, utilizaran  las plantas superiores. Sin embargo, esta medida no se adoptaba para los trabajadores que desarrollan su labor en el lugar exacto en el que se realizaba dicha obra, es decir para los dos compañeros Oficiales que atienden el mostrador.
 El lunes 29, ambos trabajadores, presentaron sendos escritos ante la Gerencia y el Servicio de Prevención de Riesgos, en donde denunciaban (comunicaban) lo sucedido el día 26, y solicitaban la intervención del Gerente y del Servicio de Prevención para que se les garantizara desempeñar  su tarea en  las condiciones que la ley recoge en materia de seguridad en el trabajo. Ese mismo día, y a pesar de que pusieron los hechos en conocimiento de la Administración, se continuó con  las obras exactamente en las mismas condiciones. Por ello, los trabajadores, decidieron alejarse de la zona donde se realizaban las obras (circunstancia ésta, que comunicaron a los responsables de la biblioteca), para evitar la repetición de los daños que ya se les había causado  la jornada anterior (viernes). Al día siguiente (martes 30),  vuelven a dirigirse por escrito a la Gerencia y al Servicio de Prevención, comunicando nuevamente las irregularidades,  en las  que creían se estaban desarrollando las obras, y la postura que habían adoptado para preservar su salud.
¿Qué hizo la Dirección de la Biblioteca? ¿Ordenó paralizar las obras y adoptar las medidas oportunas, y solicitar el preceptivo informe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales? ¿Pidió disculpas a los trabajadores? En absoluto, insistió en continuar con las mismas y denunció a los trabajadores por “ausentarse del puesto de trabajo”.
En estos días la Biblioteca quiere aprobar un “Código de valores” en donde entre otras cosas se recoge: “Ofrecemos nuestro servicio en un ambiente de respeto y cordialidad”….”Velamos por el cumplimiento de las normas de seguridad en el trabajo y por su aplicación en las instalaciones”…...
¿Qué hizo el Gerente y a la vez Presidente del Comité de Seguridad y Salud? ¿Dio respuesta a los trabajadores y ordenó que se tomaran medidas para salvaguardar la salud de los mismos, u ordenó paralizar las obras?  En absoluto, a día de hoy los trabajadores no han recibido respuesta a las peticiones y reclamaciones presentadas por ellos. Por el contrario, pasados más de veinte días, desde la gerencia se da trámite al Servicio de Inspección de la denuncia formulada desde la Subdirección de la biblioteca.
¿Dio respuesta a los trabajadores el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales a la demanda presentada por nuestros compañeros y elaboró un informe técnico sobre cómo debían realizarse las obras? En absoluto, al igual que la Gerencia, no se dignaron a dar respuesta a los trabajadores. Por el contrario, elabora una crónica narrativa de las obras y que en nada se parece a lo que debería ser un informe técnico de un Servicio de Prevención y en donde en algún momento incluso intenta culpabilizar a los trabajadores agredidos.
¿Qué hicieron los altos cargos responsables de la Universidad de La Laguna? ¿Abrieron una investigación para determinar la responsabilidad sobre lo sucedido? ¿Pidieron disculpas a los trabajadores agredidos? Pues no. Lejos de reconocer que se había cometido un error e intentar corregirlo, permitieron que siguiera adelante un expediente informativo, que se inicia el 11 de junio y se culmina elevándose una propuesta de sanción a los trabajadores el 7 de octubre.
¿Atendió el Sr. Rector a las explicaciones sobre los hechos investigados que nuestros dos compañeros expusieron, con documentación evidente y contrastable, en las alegaciones presentadas? ¿Atendió el Sr. Rector a la denuncia, que en dichas alegaciones se hacía, de irregularidades cometidas desde el Servicio de Inspección sobre el desarrollo del expediente informativo y sobre la propuesta de apercibimiento? Por supuesto que no. Con fecha de 25 de octubre ratifica la propuesta de sanción elevada desde el Servicio de Inspección, sin tener la más mínima consideración a las alegaciones de los compañeros.                                          
En el expediente informativo ha quedado acreditado de manera clara  que la Universidad de La Laguna  incumplió de forma imprudente las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales. Al malestar de verse sometidos a una investigación, por una denuncia falsa, por la comisión de una falta grave, convertida por “arte de magia del Servicio de Inspección” en una falta leve y donde se aplican para la misma falta dos sanciones diferentes, amonestación para ambos y descuento salarial para uno de ellos, se le añade ahora la indignación que tendrán que soportar hasta diciembre de 2015, fecha en la que se celebrará el juicio que dará la razón, sin duda, a los trabajadores.
De la investigación realizada por el Servicio de Inspección lo único que se desprende de manera objetiva es que los trabajadores son los únicos que han dicho toda la verdad acerca de lo ocurrido durante las obras realizadas en la Biblioteca de Educación. Y que la Universidad de La Laguna incumplió de manera imprudente las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales. Por ello reiteramos nuestra petición  desde nuestra representación en el Claustro Universitario para que se inicie una investigación que determine las responsabilidades del Servicio de Inspección, el Gerente y Presidente del Comité de Seguridad y Salud, así como al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales y la Dirección de la Biblioteca. De no ser así, confirmaran una vez más, que en la Universidad de La Laguna la responsabilidad es inversamente proporcional al cargo que se ocupa y desempeña.   

*(Agradecemos a la Decana de la Facultad de Educación la preocupación mostrada durante el proceso y su apoyo a los trabajadores afectados)











lunes, 10 de febrero de 2014

14 vidas (más) sobre la conciencia



...Tíos con casco y las patas abiertas que no mojan sus malvadas botas para socorrer a alguien que boquea desesperado. ¿Qué veíais ante vosotros, guardianes del mal? En aquellas imágenes de la tele no se apreciaban los ojos suplicantes, los hombros desencajados, la crispación de los dedos. Pero a un metro de vuestra maldita mirada, sí: estaban esos ojos, esas lenguas, los lamentos de su desagracia, los sonidos del ahogamiento.
No hay asco suficiente para el que provocáis. Digan lo que digan todas las leyes del mundo, la maldita de Extranjería es misericordiosa en comparación con la de vuestra mano. Diga lo que diga vuestro maldito jefe, Arsenio Fernández de Mesa, director de la Guardia Civil. Con su pelo tan repeinado. Su pelo tan distinto a la maraña de horror de los cadáveres que hay sobre su mesa. Arsenio el mentiroso. El que aseguró que no había habido disparos. El que llama disuasoria a la violencia. El que llama agresivo al que agoniza. Maldito repeinado.

No hay asco suficiente. Diga lo que diga el maldito ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, responsable último de esta desdicha. El ministro meapilas, el ultracatólico que no conoce la compasión. Ojalá, como crees, te vea Dios. Ojalá te castigue, como debieras temer. Así se salve tu alma: como lo que los tuyos llaman salvamento. Tu alma en un mar de oscuridad interior. Vendrás el jueves, maldito ministro, a decir más mentiras que laven tu culpa.