viernes, 13 de marzo de 2015

GANAR LAS ELECCIONES Y PERDER LOS PAPELES.

Sosegadamente, serenamente, pero sobre todo reflexivamente, voy a contestar a las impertinencias, inexactitudes y salidas de tono de un dirigente sindical (sé perfectamente que no puede hablar por boca de todos) al que cada vez que le mueven la silla pierde los papeles de una forma impropia de una persona que ostenta la representación de un amplísimo grupo de compañeras y compañeros. Me refiero, aunque se esconda detrás de las siglas de un sindicato, al eterno presidente del Comité de Empresa del PAS Laboral de la ULL.

Nunca he cuestionado ni personalmente, ni en mi condición de representante, la legitimidad de la representación que ostenta dentro de su sindicato, pero sí -y lo puede comprobar cualquiera en su escrito- la poca credibilidad que manifiesta para poder representar a todo un colectivo. Siempre he procurado centrar mis críticas por sus actuaciones y sus actitudes sin menospreciar, ni despreciar a las personas a las que representa.
Tiene, si es que cuenta con el beneplácito de sus compañeros, todo el derecho del mundo a intentar llegar a un acuerdo con Comisiones Obreras, o con quien quiera, para seguir ocupando la presidencia del Comité; así lo han determinado los resultados electorales. Digo esto, porque es lo primero que se trasluce de ese comunicado en el que arremete en un intento de no dejar vivo más amigo que a Comisiones Obreras,  que ya fueron sus aliados silenciosos en la gestión del Comité de Empresa que terminó su mandato y al cual hemos criticado honesta y limpiamente. No me molestaré, por tanto, en analizar la primera parte de su comunicado, a pesar de no compartir tampoco su contenido, pero me parece indecente que nos acuse a mis compañer@s y a mí mismo de tener afán de protagonismo. Indecente sobre todo viniendo de una persona que lleva en el cargo de presidente cerca de 30 años y que cuando alguien le pone en cuestión lo que debe considerar como su “puesto de trabajo” arremete contra todo y contra “casi” todos como un animal acorralado. Siempre hemos marcado las diferencias entre las compañeras y compañeros que están afiliad@s en Intersindical y las actitudes manifiestamente dictatoriales y sectarias que mantiene como dirigente eterno.
Sabe perfectamente, y ahora se lo contamos a tod@s, que la primera vez que nos presentamos a las elecciones en 2007, lo hicimos como Alternativa Sindical, siendo casi todos los que conformamos esa lista afiliad@s a Intersindical. Una vez celebradas esas elecciones fuimos expulsados mediante un expediente disciplinario ilegal, en el que nunca fuimos escuchados y que no denunciamos ante la justicia porque en nuestro ánimo nunca estuvo hacerle daño a Intersindical porque, aunque es obvio, debo recordarle que Intersindical no es él. Nuestra intención era demostrarles a todos, que existían profundas diferencias dentro del sindicato y sobre todo profundas diferencias en la formas de hacer las cosas. En aquella ocasión nos tildó de anti-sindicalistas, y como ha quedado patente que eso no era así tras nuestra afiliación al FSOC, ahora solo se le ocurre acusarnos de cambiarnos de nombre. Debemos recordar, para aquellos que lo desconozcan, que los orígenes de lo que hoy es Intersindical en la ULL fue el Sindicato Obrero Canario, origen también del FSOC.  Bajo esas siglas nos presentamos en 2011 y ahora nuestra organización en Tenerife (que va mucho más allá de la ULL)  ha cambiado su nombre.
Jamás me he permitido el atrevimiento –como hace él- de decirle a un delegado sindical de otra organización que dimita. Eso deben hacerlo los afiliados a esa organización. Es verdad que la solicité cuando era afiliado a Intersindical, y por supuesto tenía perfecto derecho. Pero además, pretende en un alarde de endiosamiento, atrevimiento y pérdida de papeles, hablar en nombre de todo el personal, para menospreciar la representación que se nos otorga a otros. Represento, de la forma más honesta que puedo, en primer lugar a mis compañer@s de sindicato que han depositado en mí esa responsabilidad, y además, y por añadidura a tod@s los compañeros y compañeras que han querido compartir con nosotros la forma de hacer sindicalismo que proponemos. Poco o nada importa, si son muchos o pocos y menos debería serlo para una persona que aspira a representar a todos los trabajadores y trabajadoras en la presidencia del Comité. Como persona y como representante les diré que nadie, absolutamente nadie, ni tan siquiera él, tiene derecho a mostrarles ese desprecio.
En el colmo de su atrevimiento, habiendo sido eterno cabeza de lista, se permite el mal gusto y poco acierto de criticar a l@s cabezas de lista de otras candidaturas, con la única excusa de dejar patente su apuesta de pactar con Comisiones y el terror que le da que se pudiera repetir un pacto de minorías, repitiendo, sin el más mínimo pudor, las mentiras que ya dijo en 2011.
Estoy convencido –no tengo ningún motivo para dudarlo- que las personas afiliadas en Alternativa SOC, asisten libremente a las urnas y votan  la opción en la que confían, comparten y en la que participan, decidiendo qué cosas decimos y cómo las decimos. Jamás se me ocurriría controlarlas, amenazarlas y mucho menos decirles, como gesto de magnanimidad, lo que para l@s de Alternativa SOC es evidente y que debería serlo para todo el mundo: los sindicatos sin afiliad@s no son nada…, los sindicatos son agrupaciones de personas que libremente (al menos ese es nuestro caso) eligen una opción y la comparten. Por eso, porque estamos convencidos de ello, tenemos abierta nuestra organización a todos los trabajadores y trabajadoras que se sientan amenazad@s o intimidad@s por sus “representantes”.
Los representantes somos tan solo eso, representantes; y frases como las que él emplea de
estamos dispuestos a hablar…. ponen en evidencia los malos hábitos que siempre le han caracterizado. Los representantes, lo recuerdo una vez más, estamos obligados a hablar, a escuchar y también a guardar la debida compostura cuando hablamos por boca de otros, aunque esos otros parezcan pocos como, al parecer, es nuestro caso.
Será la historia y no el “eterno dirigente” quien diga si estamos o no llamados a desaparecer, pero tengo la esperanza, y más diría el convencimiento, de que lo que sí está llamado a desaparecer son actitudes tan manifiestamente anti-sindicales y egocéntricas como la suya. De lo contrario lo que puede estar llamado a desaparecer es el Sindicalismo.
Termino recalcando, aunque parece claro, que ésta es una respuesta a título personal y que no debo hacerla como representante de nadie, porque en mi responsabilidad está no implicar a ninguno de mis compañeros en una respuesta que no sé si los demás comparten, aunque sospecho que muchos si lo harían.


Jesús V. Rodríguez Junco, cabeza de lista de Alternativa SOC.



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