¿Qué es el Servicio
de Digitalización de la Biblioteca? Esta sencilla pregunta, fue la que le planteamos al equipo de gobierno de
la ULL y a la que tardó mucho más de un año, con cambio de Secretario General
incluido, en darnos respuesta.
La respuesta nos fue remitida en el mes de julio de 2014 en
forma de “informe emitido desde la
Dirección de la BULL”. Días después se produciría el cese del director. Las
dudas surgidas a la lectura de dicho informe motivaron el envío de un escrito
dirigido a la gerencia de la ULL en el que le planteábamos una serie de sencillas preguntas, referentes todas
ellas a competencia exclusivas de su titular. Pasado más de un mes sin obtener
ninguna respuesta, presentamos a través del Vicerrectorado de calidad una
reclamación amparándonos en el Reglamento de Reclamaciones, Quejas, Sugerencias
y Felicitaciones de la Universidad de La Laguna.
La respuesta a esta reclamación se ajustó a los límites de
tiempo que establece dicho reglamento (20 días), por el contrario, en absoluto
se ajustó al sentido que en dicho reglamento tiene una reclamación y que define como una manifestación de
insatisfacción pero exigiendo respuesta y/o compensación. La respuesta de
la gerencia fue una atolondrada excusa amparada en “los cambios producidos en la
dirección de la biblioteca y al reajuste de agendas y traspasos de proyectos
y que, en esa dinámica, se está
estudiando lo planteado en nuestros escritos”
En el mes de noviembre, volvimos a dirigirnos a la gerencia
de la ULL solicitando nuevamente respuesta a nuestras sencillas preguntas y
todavía estamos esperando las, al parecer, imposibles
respuestas.
Preguntábamos:
¿Existe un Servicio de digitalización? De
existir ¿Cuándo fue aprobado por el Consejo de Gobierno de la Universidad,
órgano a quien compete la creación o
eliminación de los Servicios y del que el Gerente forma parte como miembro del Equipo de Gobierno?
¿Autorizó el Gerente
el traslado de trabajadores “voluntarios” y la ausencia de sus puestos de
trabajo habituales? ¿A qué trabajadores
y por qué medio les fue comunicada dicha autorización y la duración de la
misma? ¿Se les comunicó a los Decanos y
Directores de Escuela responsables de los Centros afectados por estas
modificaciones? ¿Cuánto tiempo se programa
para que de un proyecto “piloto” se puedan sacar conclusiones acerca de su
viabilidad?
Todas estas sencillas preguntas relacionadas con la
organización del trabajo y con las condiciones laborales de su personal, son competencia
exclusiva de la gerencia.
Preguntábamos también acerca de la política formativa del
personal laboral, de la que la gerencia debe tener conocimiento como Presidente
de la Comisión de Formación:
¿Quién y con qué capacitación impartió la formación al personal
“voluntario”? ¿Tiene conocimiento de ello el Servicio encargado de la formación
y los cursos del PAS? ¿De qué manera y a quiénes se le envío la oferta
formativa? ¿Al no ser una formación específica, por que no se ha ofertado al
resto del personal? ¿Quién certifica la participación en esa actividad
formativa y cuál es su valor?
Todas estas sencillas
preguntas, son referentes a materias exclusivas de la gerencia, y no
deberían sorprenderle, sobre todo cuando desde esta sección sindical hemos
venido denunciando las prácticas irregulares que sobre estas materias ha mantenido
la Dirección de la Biblioteca. Seguimos esperando lo que parecen ser respuestas imposibles.
Pues bien, todas estas sencillas
preguntas a las que seguimos esperando respuestas, son exclusivamente de la
competencia de la gerencia. Poco o nada tienen que ver con los cambios
producidos en la dirección de la biblioteca, salvo que, tras estos cambios se
esconda un reconocimiento de irregularidades en el desempeño de sus funciones y
competencias.
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