lunes, 5 de febrero de 2018

El tiempo de los idiotas

...Los idiotas directos se ven desde lejos. Los antivacunas –que cita Salas- son capaces de poner en riesgo la vida de sus hijos, de perderlos en esa apuesta.  Y de ponernos en peligro a todos. Tras la homeopatía, avanza ahora la curación mental del cáncer que divulgan algunos pregoneros de la irracionalidad.  Y lo asombroso es que encuentran sitio en auditorios públicos, en Universidades, para impartir su palabrería. Acabamos de asistir a la sentencia judicial que exculpa a un curandero de la muerte de un chico con cáncer que, por su consejo, abandonó la quimioterapia. Al final, fue consciente de la brutal equivocación. Su padre se está empeñando en alertar del peligro a otros.


Con idéntica actitud, millones de personas ponen en riesgo su estabilidad, su futuro, sus vidas también, por sus decisiones personales. Los expertos consultados por Salas, los que lo analizan en otras publicaciones, coinciden en que un gran número de personas están dispuestas a creer lo que quieren creer y guiados tan solo por sus emociones. Lo que en sociología se llama “percepción selectiva”. Unas orejeras que borran lo que no les interesa.  Nada les hace cambiar de opinión, a no ser la persuasión –con múltiples cautelas para que no se replieguen recelosos- de alguien que se haya ganado su confianza. Emocionalmente. Estamos en estas manos....