miércoles, 7 de agosto de 2024

¡¡¡ SACARINA !!!

 

 

Decíamos por febrero del año 2019: “Escójanse términos muy “modernos y en boga” como, dinamismo, transversalidad, nuevas tecnologías, nuevas demandas, introdúzcanse en un documento lleno de obviedades, agítense bien, decórense con un toque de color y un poco de emotividad y saque usted las conclusiones que le dé la gana. Algunos, a esta práctica la llaman “posverdad”, término también muy de moda, otros, simplemente, lo definimos como manipulación”.



Esto lo decíamos en referencia a la propuesta de modificación de las RPTs presentadas por el equipo del Rector Martinon, equipo al que también pertenecía el actual Rector Francisco García.

Al parecer no somos los únicos a los que nos cuesta renunciar a nuestros posicionamientos, sobre todo porque creemos firmemente en ellos.

¿Sigue opinando el actual Rector que la propuesta presentada en su día era la más conveniente?   

Nosotros seguimos pensando que debilitar los servicios, hacer cambios cosméticos e improvisados, atendiendo a una “urgencia”, detectada años atrás –y el que venga detrás que arree-, y como siempre ninguneando a los representantes del personal, no tiene nada de moderno, ni de dinámico. Lo único “novedoso” de esta nueva situación es romper con una tradición de acuerdo y consenso e imponer las modificaciones de manera torticera y, como ya dijimos en alguna otra ocasión, más propia de trileros.

Lo terrible de este asunto es que, en el fondo, ustedes saben que tenemos razón, pero, la manifiesta incapacidad de los equipos de gobierno para lograr arrancar una financiación aceptable para el desarrollo de una universidad pública decente para nuestra tierra, siempre les ha conducido a la misma solución: intentar convencernos con palabras vacías de la existencia de una situación alternativa. La realidad es mucho más terca y acaba imponiéndose, como ya ocurrió con la unificación de centros.

Contra la cruda y amarga realidad no basta con echarle sacarina. Cuéntele a esta comunidad, cada día más desmotivada, las causas y orígenes del lamentable estado de las Universidades Públicas.

Por mucho que insistan en convencernos, no se puede hacer más, con menos.