Decíamos
por febrero del año 2019: “Escójanse términos muy “modernos y en boga” como, dinamismo,
transversalidad, nuevas tecnologías, nuevas demandas, introdúzcanse en un
documento lleno de obviedades, agítense bien, decórense con un toque de color y
un poco de emotividad y saque usted las conclusiones que le dé la gana.
Algunos, a esta práctica la llaman “posverdad”, término también muy de moda,
otros, simplemente, lo definimos como manipulación”.
Esto lo decíamos en referencia a la propuesta de
modificación de las RPTs presentadas por el equipo del Rector Martinon, equipo
al que también pertenecía el actual Rector Francisco García.
Al parecer no somos los únicos a los que nos cuesta renunciar
a nuestros posicionamientos, sobre todo porque creemos firmemente en ellos.
¿Sigue opinando el actual Rector que la propuesta
presentada en su día era la más conveniente?
Nosotros seguimos pensando que debilitar los servicios, hacer
cambios cosméticos e improvisados, atendiendo a una “urgencia”, detectada años atrás –y el que venga detrás que arree-,
y como siempre ninguneando a los representantes del personal, no tiene nada de
moderno, ni de dinámico. Lo único “novedoso” de esta nueva situación es romper
con una tradición de acuerdo y consenso e imponer las modificaciones de manera
torticera y, como ya dijimos en alguna otra ocasión, más propia de trileros.
Lo terrible de este asunto es que, en el fondo, ustedes
saben que tenemos razón, pero, la manifiesta incapacidad de los
equipos de gobierno para lograr arrancar una financiación aceptable para el
desarrollo de una universidad pública decente para nuestra tierra, siempre les
ha conducido a la misma solución:
intentar convencernos con palabras vacías de la existencia de una situación
alternativa. La realidad es mucho más terca y acaba
imponiéndose, como
ya ocurrió con la unificación de centros.
Contra la cruda y amarga realidad no basta con echarle
sacarina. Cuéntele a esta comunidad, cada día más desmotivada, las causas y orígenes
del lamentable estado de las Universidades Públicas.
Por mucho que insistan en convencernos, no se puede hacer
más, con menos.