La gerenta de la ULL ha vuelto a demostrar lo grande que
le queda el cargo y el poco respeto que tiene hacia la institución a la que
dice representar y/o “gestionar”.
La falta de respeto y consideración hacia “sus”
trabajadoras y trabajadores, lamentablemente ya no nos sorprende, la ha puesto
de manifiesto en reiteradas ocasiones.
Su insistente costumbre de evidenciar que su concepto de “modernidad”
es tan antiguo como la existencia misma del trabajo por cuenta ajena, tampoco
resulta sorprendente. Insistiremos una vez más, para contrarrestar esas
posiciones tan “modernas” surgió el sindicalismo, hace ya un par de siglos.
Lo verdaderamente sorprendente, a la vez que preocupante,
es su desconocimiento, no ya del Servicio de Correos y sus “carteros” (que lo
tiene, como puso de manifiesto en su intervención), sino el profundo, a la par
que soberbio y arrogante, desconocimiento que tiene de la institución por la
que ha sido contratada.
No podemos dejar de mencionar la indolencia mostrada por
el señor Rector frente a la desconsiderada intervención de “su gerenta” y aprovechamos
para recordarle que él sí es nuestro Rector, es decir que “teóricamente” nos debería
representar a todas y todos.
Por último y como aclaración acerca del sentido de la
representación que se ostenta en cada momento, recordarle al Presidente del
Comité de Empresa que en ese Consejo de Gobierno no está como claustral, sino, exactamente como eso, Presidente del Comité de Empresa y por lo tanto, en lo
que se refiere a reclamaciones de cumplimiento del Convenio Colectivo y de la
normativa laboral, no se ruega, se exige.
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