El viernes día 26 de abril de 2013 (en breve hará un año), denunciábamos en el Claustro Universitario,
la situación de agresión para su
integridad física a la que estaban
siendo sometidos dos trabajadores del turno de tarde de la biblioteca de
educación, como consecuencia de las
obras que se estaban realizando en la misma. Es decir, ese mismo día, en ese instante
preciso, el Rector de la ULL ,
el equipo de gobierno al completo, el Gerente y Presidente del Comité de
Seguridad y Salud de la ULL ,
la Responsable del Servicio de Prevención, el Inspector de la ULL y los Claustrales allí
presentes, tuvieron conocimiento de lo que estaba sucediendo en la biblioteca
de la Facultad
de Educación. Denunciamos, así mismo, como desde los responsables de la
biblioteca se recomendaba a los usuarios que, para evitar los daños y las
consecuencias de las obras, utilizaran las plantas superiores. Sin embargo, esta
medida no se adoptaba para los trabajadores que desarrollan su labor en el
lugar exacto en el que se realizaba dicha
obra, es decir para los dos compañeros Oficiales que atienden el mostrador.
El lunes 29, ambos trabajadores,
presentaron sendos escritos ante la Gerencia y el Servicio de Prevención de
Riesgos, en donde denunciaban (comunicaban) lo sucedido el día 26, y
solicitaban la intervención del Gerente y del Servicio de Prevención para que se
les garantizara desempeñar su tarea
en las condiciones que la ley recoge en
materia de seguridad en el trabajo. Ese mismo día, y a pesar de que pusieron los
hechos en conocimiento de la Administración, se continuó con las obras exactamente en las mismas condiciones.
Por ello, los trabajadores, decidieron alejarse de la zona donde se realizaban
las obras (circunstancia ésta, que comunicaron a los responsables de la biblioteca),
para evitar la repetición de los daños que ya se les había causado la jornada anterior (viernes). Al día
siguiente (martes 30), vuelven a
dirigirse por escrito a la Gerencia y al Servicio de Prevención, comunicando
nuevamente las irregularidades, en las que creían se estaban desarrollando las obras,
y la postura que habían adoptado para preservar su salud.
¿Qué
hizo la Dirección
de la Biblioteca ?
¿Ordenó paralizar las obras y adoptar las medidas oportunas, y solicitar el preceptivo
informe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales? ¿Pidió disculpas a los
trabajadores? En absoluto, insistió en continuar con las mismas y denunció a
los trabajadores por “ausentarse del puesto de trabajo”.
En
estos días la Biblioteca quiere aprobar un “Código de valores” en donde entre
otras cosas se recoge: “Ofrecemos nuestro servicio en un ambiente de respeto y cordialidad”….”Velamos
por el cumplimiento de las normas de seguridad en el trabajo y por su
aplicación en las instalaciones”…...
¿Qué hizo el Gerente y a la vez Presidente del Comité de
Seguridad y Salud? ¿Dio respuesta a los trabajadores y ordenó que se tomaran
medidas para salvaguardar la salud de los mismos, u ordenó paralizar las
obras? En absoluto, a día de hoy los
trabajadores no han recibido respuesta a las peticiones y reclamaciones
presentadas por ellos. Por el contrario, pasados más de veinte días, desde la
gerencia se da trámite al Servicio de Inspección de la denuncia formulada desde
la Subdirección de la biblioteca.
¿Dio respuesta a los trabajadores el Servicio de Prevención
de Riesgos Laborales a la demanda presentada por nuestros compañeros y elaboró un
informe técnico sobre cómo debían realizarse las obras? En absoluto, al igual
que la Gerencia, no se dignaron a dar respuesta a los trabajadores. Por el
contrario, elabora una crónica narrativa de las obras y que en nada se parece a
lo que debería ser un informe técnico de un Servicio de Prevención y en donde
en algún momento incluso intenta culpabilizar a los trabajadores agredidos.
¿Qué hicieron los altos cargos responsables de la Universidad de La Laguna ? ¿Abrieron una
investigación para determinar la responsabilidad sobre lo sucedido? ¿Pidieron
disculpas a los trabajadores agredidos? Pues no. Lejos de reconocer que se
había cometido un error e intentar corregirlo, permitieron que siguiera
adelante un expediente informativo, que se inicia el 11 de junio y se culmina
elevándose una propuesta de sanción a los trabajadores el 7 de octubre.
¿Atendió el Sr. Rector a las explicaciones sobre los hechos
investigados que nuestros dos compañeros expusieron, con documentación evidente
y contrastable, en las alegaciones presentadas? ¿Atendió el Sr. Rector a la
denuncia, que en dichas alegaciones se hacía, de irregularidades cometidas
desde el Servicio de Inspección sobre el desarrollo del expediente informativo y
sobre la propuesta de apercibimiento? Por supuesto que no. Con fecha de 25 de
octubre ratifica la propuesta de sanción elevada desde el Servicio de
Inspección, sin tener la más mínima consideración a las alegaciones de los
compañeros.
En el expediente informativo ha quedado acreditado de manera
clara que la Universidad de La Laguna incumplió de forma imprudente las
obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales. Al malestar de
verse sometidos a una investigación, por una denuncia falsa, por la comisión de
una falta grave, convertida por “arte de magia del Servicio de Inspección” en
una falta leve y donde se aplican para la misma falta dos sanciones diferentes,
amonestación para ambos y descuento salarial para uno de ellos, se le añade ahora
la indignación que tendrán que soportar hasta diciembre de 2015, fecha en la
que se celebrará el juicio que dará la razón, sin duda, a los trabajadores.
De la investigación realizada por el Servicio de Inspección lo
único que se desprende de manera objetiva es que los trabajadores son los
únicos que han dicho toda la verdad acerca de lo ocurrido durante las obras
realizadas en la Biblioteca
de Educación. Y que la
Universidad de La
Laguna incumplió de manera imprudente las obligaciones en
materia de prevención de riesgos laborales. Por ello reiteramos nuestra
petición desde nuestra representación en
el Claustro Universitario para que se inicie una investigación que determine
las responsabilidades del Servicio de Inspección, el Gerente y Presidente del
Comité de Seguridad y Salud, así como al Servicio de Prevención de Riesgos
Laborales y la Dirección
de la Biblioteca. De no ser así, confirmaran una vez más, que en la Universidad
de La Laguna la responsabilidad es inversamente proporcional al cargo que se
ocupa y desempeña.
*(Agradecemos a la Decana de la Facultad de Educación la preocupación mostrada durante el proceso y su apoyo a los trabajadores afectados)
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